miércoles, 31 de agosto de 2011

El Equipo Inmortal

Por Leandro Timossi
leotimossi@hotmail.com


Anexos:

1)Del Técnico y sus responsabilidades
2) De los jugadores y sus culpas.

                Estudiantes de La Plata, reza el cuello de la casaca, evocando la docencia del peso de los bastones albirrojos y el dorado de las letras que reflejan su historia.  Los siglos pasaran, las vitrinas serán empolvadas a veces, relucidas después, pero nadie borrará lo que ya está escrito. Los títulos viven en la memoria de los hinchas, incluso de los que dejaron este mundo. El orgullo es tangible por cada rincón de pasto del Country Club.

                Estos últimos cinco años de Estudiantes fueron dignos de quedar guardados, de coleccionar revistas y posters, de guardar partidos grabados para recordar en la posteridad. Desde la vuelta de Juan Sebastián Verón al club, los proyectos fueron consolidándose hasta consagrar jugadores y nuevas alegrías. También hubo tiempos algo opacos, de los que se sobrevivío reinventándose. Pero cierto que es que, para estos jugadores, y estos hinchas del último lustro, el panorama nunca había sido tan oscuro y desalentador.

1)      Del Técnico y sus responsabilidades;

Miguel Ángel Russo es el técnico idóneo para el club. Al menos lo era en el último mercado de entrenadores. Caído Simeone, Sabella imposible, ¿Quién otro mejor que él para esta transición? Hombre de la casa, de trayectoria, con títulos en el lomo. Entonces, de nuevo: si algún otro nombre tenía y tiene más coherencia que el de Russo, la dirigencia desconoce el fútbol en su total esencia.

No obstante, con los refuerzos solicitados en el Country (quedará, sí , la mancha José Sosa) el entrenador debía aceitar las piezas, implementar una idea, revitalizar la confianza e imprimir, a este grupo de jugadores campeones hace menos de un año, el fuego sagrado de la casa. Berizzo había dejado apenas un mal semestre y Luis Suarez algunos chicos fogueados. De todos ellos, Russo sólo utilizó uno, a Carrillo, para su primer partido en Rosario.

Estudiantes hoy no juega a nada. No hay destellos de buen fútbol ni de patrón de juego. El plantel entró en un laberinto cuando Alejandro forzó su propia salida. No hay sorpresa ni dinamismo. El equipo está lento, largo y sólo se une con pelotazos desde la defensa. Cierto que es que las lesiones han jugado alguna que otra mala pasada, pero desde el banco no se dan señales de un golpe anímico.

Y quizá, finalmente y a su vez, en concordancia con el anterior punto, el mayor déficit del DT es el manejo de los cambios.  Lento, inocente, sumiso y por demás curioso. Nunca un cambio de Miguel resultó efectivo desde su vuelta al club. Ninguno respondió a la lógica de nombre y momento a su misma vez.  Volantes cuando deben ingresar delanteros, nombres por nombres de jugadores que rendían bien, falta de claridad en las indicaciones, son sin dudas los fallos más palpables al hincha de este nuevo cuerpo técnico. Por lo que es y su espalda, de todas formas, Russo tiene crédito. Aunque el hincha, algo desencantado, ya perdió casi toda su fe de festejar un titulo este semestre.

2)      De los Jugadores y sus culpas;



           El punto más sensible de tocar.  Porqué es el más confuso, por ende, el más propicio al error y a herir susceptibilidades (quizá la ventaja de lo ignoto de este blog proporcione muchas más libertades) de consagrados no fieles a estos desventurados pasos. Equivoca el discurso (como las decisiones en la cancha)  Cellay cuando explica el mal momento desde el planteo de los rivales. En el fútbol te pueden ganar de muchas formas, a la contra o como el Barcelona, pero para contrarrestarlo, el propio equipo tiene que hacer las cosas bien, cuestión que Estudiantes sólo mostró un rato frente a Independiente.

         Los refuerzos no enganchan, por más que sean de dilatada y probada jerarquía (Villar; González) o de un pasado reciente exitoso en el club (Mismo Cellay, Boselli) y eso se complementa con el bajísimo rendimiento de los que ya pasaron sin gloria y  bastante pena el primer semestre. Desábato ( en el segundo gol de Arsenal pierde en la marca ante quien debería ocupar su lugar en la selección, Guillermo Burdisso) está lejos de mostrar el nivel que lo supo consagrar y en contraparte, parece haber entrado en una cuesta decreciente de rendimiento que parece tener el destino final que tuvo otro legendario como Agustín Alayes. , soldado en cualquier batalla, hoy no es seguro, ni en defensa, ni en ataque, ni en ninguna faceta que tenga que ver con el fútbol. Ausente Braña, en bastante sintonía Verón, Matías Sanchez intenta mezclar un poco de ambos y no recuerda al medio cuarto de ninguno. Sólo IberbiaCarbonero salvan la media general de un equipo que curiosamente en simpatía con el color del colombiano, se asemeja a una sombra. Si hasta la Gata Fernández, jugador valioso si los hay, pecó ante Arsenal de individualista, como si el sólo pudiese sobresalir.

      El Chino Benitez muere en medias tintas de irregularidades, con buenos pases y equivocar los caminos. Boselli y sus goles malogrados merece un libro aparte.


En este plantel hay nombres que para siempre quedaran guardados en la memoria, en la buena historia del club pincharrata. Pero hoy, este León deslucido, desmotivado, desganado, se arrastra por la cancha. Y a diferencia de cuando ganaron la copa, hoy también se asemejan a un equipo inmortal. O tal vez, mejor dicho, a un equipo sin alma.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Fútbol for Spain! : Cuando la diferencia es un jugador.



Por David Orenes Almira                                                davidelfy@hotmail.com

Desde aquel 5-0 en el Camp Nou en la primera vuelta de la temporada pasada, le he dado muchas vueltas a la cabeza a eso de la distancia de calidad entre el F.C Barcelona y el Real Madrid. Aquel día, y después de haber perdido otros cuatro clásicos más, se confirmó que los azulgranas estaban quince o veinte peldaños por encima. Barrieron por completo los restos de un equipo que se intentó recomponer con Mourinho a la cabeza en una temporada difícil, tras ver como Guardiola ganaba siete títulos en dos temporadas. Cuando llegaron los clásicos de Abril, Mou utilizó el trivote para neutralizar al Barça, y aunque surtió efecto, el Madrid pareció un club aún más pequeño del que parecía anteriormente. Sus señas de identidad fueron el esfuerzo, el sacrificio, la presión, la seguridad defensiva, el contraataque, las faltas…Arrancó una victoria, dos empates y una derrota (cuando se rompió el trivote) y pareció que se acercaba a los azulgranas, pero no. Ganaron Liga y Champions y dejaron el trofeo menor para el que más lo sudó a partido único. Sin más. A pesar de que nadie había conseguido hasta ahora frenar al Barça de Guardiola de esa manera, la opinión pública estaba de acuerdo en que el Madrid seguía a años luz del mejor equipo del mundo.

Sin embargo, igual que un nuevo día comienza, una nueva temporada arranca en las semanas próximas. Y el Real Madrid, como cada año, empezó la pretemporada con la ilusión máxima de desbancar al Barça de la Corona europea. Realizó una preparación espectacular, con pleno de victorias (ante rivales flojísimos, eso sí) y un estado enérgico y radiante. La revancha se servía al final del camino, como partido oficial y todo: la Supercopa de España, frente a su verdugo, su eterno rival. Un Barça con problemas físicos y menos rodado, pero igual de peligroso. Y en la IDA se pudo comprobar la mejoría de los blancos. Mou abandonó el trivote para volver a aquel once que cayó por cinco goles. Un once con Casillas, Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo, Khedira, Alonso, Di María, Ozil, Cristiano y Benzema. Salvo Khedira, me parece una alineación sensacional, que estuvo muy a la altura y que pudo golear al Barça en el Bernabéu, por las múltiples ocasiones que tuvo. Hacía tiempo que no decía eso, que podían haber goleado al Barça. Pero es la verdad, el vendaval fue evidente, la posesión fue pareja y solo Valdés salvó a los azulgranas de irse en desventaja al Camp Nou. Se fueron con un empate que les supo a gloria.

El partido de VUELTA ha sido brutal. Ocasiones para ambos, intensidad, buen juego… el Barça volvió a acusar un cierto nerviosismo cerca del área, donde perdieron muchos balones,  y eso lo aprovechó el Madrid, que metió miedo desde el minuto uno. Sin embargo, le bastaron dos tiros a puerta a los culés para hacer dos goles en la primera parte. Los blancos consiguieron empatar a diez del final, con un gol de carambola de Benzema, como fue el primero de Ronaldo (su gol nº100 en el Madrid); en una segunda parte para olvidar. El partido estaba igualado, la eliminatoria estaba igualada y por primera vez en mucho tiempo el nivel de ambos clubes estaba igualado. Sin embargo, la diferencia está en un jugador, en el mejor jugador del planeta. Con apenas una semana de entrenamientos, Lionel Andrés Messi no sólo dio una asistencia de ensueño entre toda la zaga del Real Madrid para que Iniesta hiciera el primero, no sólo marcó el segundo con una picadita sutil tras tacón de Piqué, no solo provocó que Casillas hiciera algunas paradas de mérito… sino que al primer toque deja un balón en banda derecha para Adriano, éste se la devuelve y firma un gol que vale un título, que muestra algo que parece que nunca se vaya a acabar. Por mucho que el Madrid se acerque al Barça, el Madrid nunca tendrá a Messi, el Dios del fútbol mundial.

martes, 9 de agosto de 2011

Empate táctico

Por Leo Timossi
leotimossi@hotmail.com
                                       
Pasado el mediodía en el litoral, superadas ya las angustias de la decepcionante Copa América, latía en las expectativas de la patria futbolera un nuevo Apertura del fútbol argentino con promesa de buen fútbol allá en Rosario.

                Estudiantes posiblemente sea el equipo que más (y mejor) se ha reforzado con vistas a Diciembre. Y digo con vistas a fin de año, porque la idea es encontrar al equipo por esas fechas rodeado de un extenso cordel de éxitos, con esperanzas a todavía más logros en lo inmediato de 2012. La apuesta económica, la valorada por los socios y simpatizantes cuando los resultados no acompañan, es fuerte y arriesgada. Vivieron en carne propia los dirigentes lo frágiles que pueden ser los ánimos cuando el ciclo Berizzo dio varios trompos. Nombres de peso para contrarrestar un puntaje flaco en el último torneo. Mauro Boselli y Mariano González para ataque y mediocampo, Cristian Cellay y Justo Villar reforzando la defensa y el arco, más jerarquía para cada línea. El entusiasmo que generaron movilizó a la gente hasta el Parque Independencia, aunque la mayoría de los refuerzos no dijeron presente.


                El planteo de Russo asomó simple, lógico de acuerdo a las piezas disponibles y esa es la respuesta primaria a este empate sin goles. Hace dos meses era utópico pensar que Diego Galván sería el reemplazante de Enzo Pérez. Pero sistema táctico y buen rendimiento de la Pantera en la pretemporada volcaron la balanza para que la gente no se vea horrorizada e incluso, hasta gratamente sorprendida por la inclusión del ex Lanús en la formación inicial (Russo fue quien lo hizo debutar en primera, dato a tener en cuenta) en cambio, fue poco productivo y hasta frio el debut de José Luis Fernández por la punta izquierda. No obstante, lejos está el ex Racing y Benfica de haber perdido crédito. Cierto es que toda la pretemporada fue Carbonero el titular y que la falta de habilitación (¿Error dirigencial?) le jugó a Russo una mala pasada. Necesitará el zurdo más rodaje de partidos para mostrar su potencial.

Carrillo, aguantando la pelota.
Fue demasiado táctico el León del Apertura 2011. Solvente, disciplinado (con excepción de Braña, en sentidos buenos y malos) y quizá por eso se pagó con el empate. Faltó desequilibrio, uno que si mostró La Lepra de la mano de Noir y Sperdutti, aunque a cuentagotas. Carrillo pivoteó en forma interesante, pero no pesó. Boselli demostró que es un delantero de cuidado fabricándose solo oportunidades pero también recordó una faceta que el hincha había olvidado: Mauro los hace, pero también los erraba, y los sigue errando. Mucho.

A tener en cuenta: En Rosario, el conjunto albirrojo lejos estuvo de ser el equipo ideal de este nuevo Estudiantes. Ni Villar, (aunque Álbil se haya mostrado seguro) ni Verón, ni Mariano González, ni la Gata Fernández asomaron la cabeza por el Estadio Marcelo Bielsa. Mismo caso para Carbonero (hoy por hoy, titular y promesa) y Facundo Coria (cuota de desequilibrio). Interesante Mauro Fernández, ojalá goce de suficientes oportunidades de demostrar lo que insinuó en G. Brown y los amistosos.

Marcelo Piergacomi
Arias Navarro
Elecciones: se confirmó que la Asamblea Anual será el 24 de septiembre, día donde se renovaran las autoridades. Filipas no se presentará a reelección.  Julio César Arias Navarro por una parte, y Marcelo Piergacomi ya se presentaron como candidatos, y se espera lo propio para el Arq. Enrique Lombardi. Pero hay un dato que no es menor y que, seguramente influirá en el sufragio del socio pincharrata: Propuestas, muchas. Interesantes, escasas. Candidatos que cuenten con el apoyo de Verón, el personaje más importante del club... Ninguno.

martes, 2 de agosto de 2011

Quiero mi Perazzo (de buen fútbol)

Por Leo Timossi
leotimossi@hotmail.com

                La selección Argentina sub20 de fútbol empató esta noche sin goles frente a su similar de Inglaterra, en el marco de la segunda fecha de la fase de grupos del Mundial de la categoría disputado en Colombia. Argentina, máximo ganador del trofeo con 5 títulos entre 1979 y 2007 y a priori candidato a vencer en el certamen, inició el partido con fútbol de pase directo y poco profundo, producto de la decisión tan moderna del entrenador Perazzo de jugar con un solo hombre-gol.

                Posiblemente haya influido en la apreciación de este torpe aspirante a periodista el pesimismo reinante en la atmósfera del balompié. El stress deportivo signado por la cruel perversidad de los ferreteros de arriba, que un día nos pinchan la pelota con un camión de 38 ruedas y hoy nos traen una Jalisco a estrenar por presiones del gremio, es, posiblemente, el principal aliciente de la inseguridad que hoy nos reina. Si uno siente amenazada su posición y su derecho de hincha, ¿Cómo haría un empleado de la AFA para no sentir amenazada su profesión?

¿Cómo no sucumbir ante la presión resultadista del negocio/juego si las más firmes convicciones de Viamonte varían en una semana? ¿Cómo sentirse protegido cuando el único apoyo que se recibe es un cañón de 38 largo que aprieta la espalda al ritmo de un reloj?


                Por eso quien les suscribe, un bielsista de primera línea, no recae únicamente en Perazzo a la hora de hacer una evaluación. Enojos primarios hijos de un solo punta se diluyen en el aire ante la primera reflexión. ¿Qué más puede hacer Perazzo, que sentirá amenazado su puesto (con justificadas precisiones) aun siendo campeón? Quedará tal vez para otros contextos más descontracturados el análisis sobre la capacidad y los merecimientos del hoy entrenador juvenil. Cuesta entender que un planteo con tantos jugadores de buen pie, a saber Lamela, Iturbe, Pereyra y Ruiz, por citar solo algunos, sea mezquino. Lo más molesto, cuesta encontrarle punto en común a esta selección de semillero con la reciente mayor eliminada en Santa Fe. ¿Juegan parecido? ¿Intentan lo mismo? ¿Es Iturbe el Messi Guaraní y Lamela un proyecto de Pastore? Y por favor no se malinterprete, porque lejos estoy de decir que estos pibes (el primer mundial en el que puedo decirlo) no merecieron ganar este partido.

Estamos inmersos en un país huérfano de honestas y valederas filosofías. No sólo en el fútbol, sino en todos los ámbitos. Prender la tele y que nos mienta un Filmus o un Macri, poner un deportivo y ahora es Cappa el que zanatea.  Falta entender que no es solo una cuestión propia de voluntades, o que ya no lo es, mejor aún, que nunca lo fue. No alcanza con tener claros los objetivos y los fracasos sin saber cómo vamos a hacer para vencerlos  (o sortearlos) y en esta reflexión vuelvo al fútbol y encuentro, ahora sí, más similitudes con la mayor. La falta de experiencia de sus técnicos. La incapacidad táctica. La carencia de una identidad, una idea, un boceto patrimonial de juego. Posiblemente ganen uno o más partidos. Pero ninguna de las dos juega a nada. Y la culpa no es de Batista, ni de Perazzo.  

La culpa es, en este caso, del ferretero mayor.