jueves, 19 de enero de 2012

De bipolaridad y otros síntomas de futuro incierto


Por Leo Timossi
leotimossi@hotmail.com


Cinco meses.  El tiempo, que transcurrió excesivamente lento para la parcialidad que se orgulla en manifestarse albirroja (en un año de nulas luces) no alcanza a un semestre. A veces, algunos apocalípticos aseguran que varias horas son suficientes para trazar una opinión medianamente definitiva del futuro de las personas y por ende, de las gestiones. No es el ánimo de esta reflexión.

Enrique Lombardi es un arquitecto reconocido y un ex jugador de la institución. Socio de toda la vida, cabeza visible del proyecto Tierra de Campeones, nunca fue dirigente pero se acercó bastante. A priori, su elección asomaba complicada. La única bandera enarbolada por Quique era la convicción y el deseo de que SU comisión asumiría un compromiso absoluto con este, su proyecto estadio. Pero muy poco más. Inexperiencia en momentos donde el club y sus finanzas avanzaban sin pausa pero sin prisa hacia un marcado déficit, pocos miembros que hayan integrado alguna vez una lista electoral, incluso una residencia de Lombardi que asomaba lejana, allá por la coqueta Pilar. Pero entonces por Julio, una reunión en el piso once del número 11 inclinó la balanza. La venia de Verón asomaba como la diferencia que determinaba el favoritismo del arquitecto por sobre Piergiacomi y Arias Navarro, los otros dos candidatos que realmente no prometían nada nuevo, ni muy distinto uno del otro.

            Septiembre llegó hace rato y Lombardi arrasó con el 73% del escaso electorado que se presentó a votar. El bajo número de votantes puede explicarse desde muchos aspectos sociológicos que asoman lejanos al desinterés. Muchos opinan, con alevosía incluso, sobre los destinos del club y las decisiones de la comisión. ¿Cuántos de esos socios eligieron a Lombardi hace menos de seis meses? La contradicción tiene dos responsables. Y el nuevo presidente, superado el plazo de 100 días que el mismo se impuso, cayó inexorablemente en la volteada de las declaraciones bipolares, un producto de su propia inexperiencia.

            Las palabras de quien manejará las riendas del club hasta mediados de 2013 sobre el mes de enero sorprenden. No solo por la cantidad, bastante frecuente, máxime en una institución que siempre eligió el recelo, sino por el contenido contradictorio de sus dichos.

Lombardi junto a Verón y el titular de Adidas Argentina.
El Presidente tambien declaró sobre el asunto en dos o tres oportunidades.
            El mercado de pases de este caluroso verano está causando estragos en la opinión pública del bueno pero inexperto Enrique. El caso Enzo Pérez, la carta a Benfica, el coordinador de juveniles; varios puntos que encontraron a Lombardi declarando una y otra vez, paseando por el aire de La Redonda repetidamente. Así, el nuevo presidente pecó de no ser un hábil declarante, carne de carroña en cualquier aparato político. Incluso un medio platense bastante amigo de las páginas amarillas (Léase sin tapujos: CieloSports) aseguró que Verón y otros miembros de su comisión se mostraban molestos con la verborragia de Lombardi.

Mariano Andújar
Él, quien no se esconde y pone la cara para cualquier consulta (aspecto que no se puede ni se debe obviar) rebalsó el vaso de sus propias palabras cuando afirmó, hace una semana y media atrás, que el plantel estaba completo.Y que “En el puesto de arquero está Villar, que no hace mucho fue elegido mejor arquero del continente. Esa zona está bien cubierta”

Las vueltas de la vida, y de la famosa frase que reza que en el fútbol puede pasar cualquier cosa (originalmente pensada para adentro de la cancha) una semana después Mariano Andújar regresa al club, con un préstamo por seis meses a cambio de U$100.000 dólares.  En Estudiantes,  el número de arquero profesionales entonces llega a cinco (Villar, Albil, Silva, Rulli y el recien llegado Andújar) y asoma superpoblado. Porque Andújar no es un arquero que venga a competir por el puesto. NI Villar es un arquero para tener en el banco. Ayer Lombardi declaró que la llegada de Andújar era algo esperado por todos los hinchas del club, que a Albil no se le iban a cerrar las puertas para emigrar cuando hace una semana aseguró que se le iba a renovar contrato.  Lombardi reconoció que El Loco, tipo que lleva 8 años en el club (uno, entremedio, en San Lorenzo) se comportó todo el tiempo como un caballero. Su premio, para una persona que, asegura, se quiere quedar en el club, es dejarlo en libertad. Hace seis meses, Justo Villar firmó un contrato por 3 años a cambio de U$ 1.500.000.  Hoy, después de flojos rendimientos y lesiones, se le busca club a un arquero de reconocidas condiciones que resignó su sueldo mientras se mantenga inactivo. Nadie duda del nivel y jerarquía de Andújar. Pero Lombardi, una vez más, se equivoca al asegurar que era una llegada esperada por los hinchas.

Justo Villar
Damián Albil

 Hoy por hoy, los hinchas se muestran inseguros de las decisiones de Lombardi. Y en esta ola de bipolaridad, la sensación es lógica: La propuesta al horizonte es incierta y por tanto, poco seductora.

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