Por Leo Timossi
leotimossi@hotmail.com
A Enero ya le quedan poco menos de 48 horas; a mis 23 años,
también. En momentos donde parece que el periodismo ha sido asesinado (o se suicidó
o fue instigado a hacerlo, lo determinará la justicia) ya que todos juegan
públicamente a confabular como Conan Doyle posibles escenarios detectivescos,
les propongo a ustedes, amigos del feisbú, que nos tomemos vacaciones. Sí, un
rato nada más. Apaguemos la tele, dejemos veinte minutos descansar a Nisman
(¿Se acuerdan de Lola?) y tomemos vacaciones. Pensemos un poquito en el mar, en
la playa, en un grupo de pibes descalzos pateando una pelota de tenis
exageradamente grande en una estadio que tiene los arcos hechos con moldes de
arena, ahí nomás, pegados a la orilla, tanto que por momentos la crecida les
ablanda la cancha y les borra las líneas.
Sorpresa, tengo ganas de hablar de fútbol. Seguro que de mí
no se la esperaban. Y tengo varios
puntos para analizar, en un orden a lo mejor demasiado caprichoso. Empiezo por
lo que más me rompe las pelotas.
1.
¿La muerte de Grondona no iba a revitalizar el
fútbol argentino? A Vélez ya lo cagaron.
Pasó más de un semestre desde que Julio Humberto abandonó
este plano. Los que vaticinaron un porvenir mejor para la Asociación de Fútbol
Argentino, ¿En que se basaban? El miércoles
Vélez perdió un partido que nunca debió haberse disputado y con ello, la
posibilidad de jugar una nueva Copa Libertadores, el torneo continental más
importante. El penoso accionar de los dirigentes de Boca (Aquellos que tiempo atrás
se jactaron de ser reyes en un juego de vivos) conllevó a que una entidad madre
acéfala (¿En serio creen que es Segura quien toma las decisiones?) permitiera
este mamarracho más propio del siglo pasado que del presente 2015. Algunos
colegas tomaron las declaraciones de Sebastián Domínguez (Único futbolista de
nuestro medio capaz de dar una declaración interesante, incluso transpirado y
todavía pisando el césped) como una crítica hacia sus propios directivos (“La
habilidad de los dirigentes de Boca les permitió disputar este partido”). Si
había algo que Domínguez denunciaba, en todo caso, es la mala fe de este grupo
de personajes que llegan a donde lo hacen por mérito de los socios, aquellos
que van a votar.
2.
Aun sin Grondona, se jugará el torneo de 30
equipos y los ascendidos se refuerzan en consecuencia.
No tiene bajada ni remate.
3.
River quiere seguir siendo River
Si algo nos deja el pobrísimo
fútbol de verano, es la tranquilidad de asegurarnos que el conjunto de Gallardo
parece mantener una idea que le reportó alegrías el último semestre y que
oxigenó un fútbol argentino que amenazaba con empezar a disputarse sobre
escobas voladoras. Por ahora mantiene la base del Campeón Sudamericano e
incorporó poco y muy bien: Gonzalo Pity Martinez (encarador y rebelde, enano de
los que no se esconden) y Sebastián Mayada (confíen en mí, River trajo un gran
mediocampista técnico). Además, recupera ahora sí a tiempo completo al enorme
Fernando Cavenaghi. Hermoso dolor de cabeza para el DT conformar la delantera.
Párrafo aparte para Pablo César Aimar: Dios
nos permita a los futboleros poder disfrutar de cerca a uno de los últimos
exponentes del fútbol sorpresa. Si el Payaso está bien, nunca te deja a gamba.
4.
Boca busca enganche y Riquelme dice Adios
Mientras Riquelme saludaba desde
la platea al partido que asistió en virtud de un homenaje que nunca pudo ser
por intervención de Daniel Angelici, Marcelo Benedetto informaba con su
habitual profundidad que Boca Juniors estaba más cerca de incorporar a Nicolás
Lodeiro, enganche uruguayo de buen paso por Holanda y la Selección charrúa.
Tras el flojo rendimiento en los primeros amistosos, el propio Angelici tomó
nota y concretó la incorporación de dos laterales que pisaron selección (Peruzzi
y Monzón), de dos defensores centrales de pasado tenúe pero con roce internacional (Torsiglieri y Rolín), de un volante con mucho gol y buen
rendimiento en los amistosos (Pablo Pérez) y esperando la llegada del 10
uruguayo, coquetea con Daniel Osvaldo, sancionado en Italia por bajo
rendimiento y excusado en mal comportamiento. Mientras todo eso pasaba,
Jonathan Calleri demostraba que junto a Guido Carrillo, es de los mejores
delanteros jóvenes del fútbol argentino y que su rendimiento en el Xeneize ha
sorprendido a propios y extraños.
5.
Quilmes se refuerza mejor que nunca y el último
campeón no logra concretar refuerzos
Está claro que prácticamente ninguno de los
refuerzos que llegan al conjunto Cervercero sería considerado como tal en
Racing, pero lo cierto es que resulta llamativo que una de las cenicientas del
fútbol argentino haya concretado el mejor mercado de pases desde que está en
primera división (Buonanotte, Assman, Bieler, Calello, Perez Guedes,
Ugliessich, Rodrigo Gomez, Emanuel Morales y la continuidad de Braña) mientras
que el último campeón del fútbol local solo ha podido incorporar al ex jugador
de Defensa y Justicia Brian Fernández (Tiene algo que ver Grabarnik en su
llegada?) en contrapartida al éxodo del revulsivo Ricardo Centurión, quien
parte a tierras brasileñas a cambio de cuatro millones de dólares.
6.
Los chicos del Sub 20 devuelven la ilusión en
pequeñas muestras gratis
Después del fracaso que significaron los pasos de
Sergio Batista y Walter Perazzo por el Seleccionado Sub 20, esta versión 2015
de futuros talentos parece estar destinada a papeles más dignos que sus
predecesores, más allá de que su DT no haya evidenciado pergaminos más sólidos
que los anteriores y que colectivamente el equipo siga dejando mucho que
desear. Para reafirmar la condición de promesas de Ángel Correa y Tomás
Martinez, para anotar los nombres de Leo Suarez y Agustín Batalla, entre otros
juveniles que parecen, en principio, correctamente seleccionados.
7.
Troglio y Pellegrino se quedan sin excusas
Después del espantoso mercado de pases de Gimnasia
en el 2014 (Sólo Vegetti matiza el dolor, Rojas todavía está a tiempo) parece
ser que a Pedro Troglio, por primera vez desde que es DT del Lobo, le han
mejorado el plantel que tenía el pasado semestre. Tras las partidas de Juan
Quiroga (dos expulsiones) y Nery Cardozo (quedará en el colectivo como la
sombra de un mal chiste, como en su momento el colombiano Tigrillo Salazar), la
dirigencia del Lobo logró la continuidad del goleador tripero en el último
torneo en un diciembre caliente y tras cartón, incorporó rápido y en la medida
de nombres que conformaron al DT (Mazzola, Medina, Velázquez, Navarro, Brum).
Quienes recorren Estancia, reconocen a un Pedro bastante más tranquilo que en
otros recesos. Ahora está en su muñeca conformar un equipo que sea más que una
piedra en el zapato de los rivales. El desafío para este nuevo torneo será, sin
dudas, lograr convertirse en protagonistas.
Por el lado de Estudiantes, las presiones son más
profundas. Porque Pellegrino afrontará
el segundo mercado de pases donde los nombres, a priori, conforman y la inversión
es más alta. En Julio llegaron Vera, Hilario, Cerutti, Graciani, y Prediguer,
entre otros, los cuales fueron pedidos por el entrenador. Algunos conformaron y
los otros están en deuda. Es cierto, Pellegrino foguea juveniles, hace buenas
campañas y se los transfieren. Estudiantes vende a Correa, sí. Pero incorpora
en su lugar a Luciano Acosta (más Barbona, más Rosso, más Rossi) y se refuerza
con Delgado, Gil y Álvaro Pereira. La apuesta es fuerte, sí (leer ítem 7) y las
presiones, más altas. De llegar un defensor central de jerarquía (única manera
que el titular de esta cuenta entendería la suplencia de Schunke) a Pellegrino
se le terminarían todas las excusas: Mantiene la base, le reemplazan lo que
perdió, le potencian los titulares. Deberá, como mínimo, clasificar a la fase
de grupos de la Copa Libertadores y allí, realizar un muy buen papel.
8.
Los primeros meses de la gestión Verón se
vuelven confusos
Parece que pasó hace mucho, pero hace poco más de un
mes hubo una contra conferencia de prensa de la comisión directiva saliente de
Estudiantes de La Plata desmintiendo los números del informe de la CD actual.
Nadie parece haberse preocupado por evaluar quien tenía razón y quien, aunque
involuntariamente (¡!), cometía un error. Era tan incómoda la división en el
Mundo Estudiantes que algunos aprovecharon el fragor de las fiestas para
olvidar el incidente. No he escuchado más versiones oficiales sobre este
asunto, pero por lo que pude asesorarme en forma particular por entendidos en
áreas contables (dado que los números y yo nos llevamos mal) es que el informe Lombardi
sería el más objetivo y profesional, aunque desde afuera es difícil hacer un
análisis certero y parece que desde adentro también. No obstante de esto último,
serían varias las deudas que databan de la gestión anterior que a día de hoy
están impagas, entre ellas una con Nacional de Uruguay por el pase de Damonte,
con Matías Aguirregaray, con Benfica por Franco Jara, con Colón de Santa Fe por
el pase de Graciani, y siguen rebotando cheques, sin contar la deuda fantasma
que reclama Román Martínez.
Lo más curioso de esto, es que sean 270 o 190 los
millones de pesos que se adeudan, Estudiantes sigue incorporando y muy fuerte.
¿No era caótica la situación? ¿Es conveniente contratar jugadores con dinero
prestado, sabiendo que en el fútbol, los intereses (económicos) son enormes? La
venta de Correa apenas aliviaba, en palabras del Presidente, sin embargo, en
este mercado de pases la comisión directiva que encabeza Verón parece no haber
actuado en consecuencia de su propia información.
9.
El gobierno de la provincia de Buenos Aires
piensa que todos somos boludos o que evolucionamos como sociedad.
Se nos presenta una de las disyuntivas más grandes
en un año electoral: ¿Qué tan boludos piensan que somos?
Después de una serie
de medidas fantásticas aplicadas por el gobierno de la provincia de Buenos
Aires, se estima que de acá a la Copa América, quedaran ERRICADOS todos los
problemas delictivos que atañen al fútbol y que afectan la concurrencia a los
estadios de los hinchas visitantes. Se trabajó muy duro y al parecer se logrará
que el público se comporte en los estadios como lo hace en verano, cuando SI
hay parcialidades manifiestas de los dos equipos en disputa, por lo que ahora
sí, por fin, después de dos años, aleluya, volverá el público visitante a los
estadios del fútbol argentino, justito nomás, a tiempo de las elecciones
presidenciales.
10.
Nueva edición del clásico platense en La Feliz:
No les demos la razón
Si hay algo que me enferma de las
redes sociales y el fútbol, es la creciente algarabía y ansiedad juvenil por la
pelotuda cultura del aguante y la necesidad de poner de manifiesto en todo
momento quien la tiene más larga. POR FAVOR, los que viajen a Mar del Plata,
usen la cabecita, que seguro la tienen. Disfruten un espectáculo que nosotros
los platenses sabemos que es de los más lindos de nuestro país. Ganen, pierdan,
lloren y carguen, si la situación lo amerita. Pero, repito mi pedido de cada clásico:
NO SEAN CABEZAS DE TERMO. Cuando tengan el adoquín en la mano y estén tratando
de hacer foco en la nariz de ese tipo de la vereda de enfrente, piensen en ese
amigo, esa novia, ese tío que no vemos nunca, ese preceptor de la secundaría
que los salvó en séptimo grado de quedarze libre y que casualmente era tripero o
pincha. Cuando estén a punto de afanar una bandera para poder subir la foto a
Instagram, en serio pregúntense si eso los pone orgullosos, si eso quieren para
su vida, si eso hace grande a su club y su gente. No hagamos de La Plata una
nueva Rosario. No les demos la razón a los del gobierno de la provincia: no
seamos pelotudos. Aunque sea por esta vez.